lunes, 24 de octubre de 2016

BRONQUIOLITIS EN NIÑOS Y BEBÉS

La BRONQUIOLITIS es una enfermedad respiratoria aguda que afecta a la parte terminal de los bronquios, los bronquiolos. Se trata de una infección de los bronquios causada principalmente por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS). Aunque existen otros tipos de virus causantes de la enfermedad, el VRS desencadena la infección en el 75% de las veces.



Los individuos más vulnerables a sufrir dicha enfermedad son generalmente niños menores de dos años, teniendo un pico de edad de tres a seis meses. Además, cabe destacar su mayor incidencia durante en invierno y principios de primavera, siendo la patología más habitual en los niños en estes períodos.


El CUADRO CLÍNICO de la bronquiolitis comienza igual que un cuadro catarral con tos y mocos. A medida que avanzamos en el tiempo, ésta desciende hacia los pulmones dañando los bronquios. Aquí está la causa del porqué los niños menores de dos años son los más vulnerables. En ellos, los bronquiolos son lo suficientemente pequeños como para obstruirse en presencia de inflamación, lo que impide el paso correcto del aire. Este período se manifiesta en forma de dificultad respiratoria y presencia de mucosidad y fiebre baja durante dos-tres días. Posteriormente, con frecuencia aparece la tos, respiración rápida (taquipnea) y dificultosa además de sibilancias en el pecho durante otros dos-tres días más. Por lo general, la bronquiolitis suele durar hasta siete días apróximadamente.


Entre otros síntomas, también podemos concontrar: piel morada debido a la falta de oxígeno, fatiga e incluso los músculos que rodean las costillas pueden verse hundidos en el momento de inhalar.

Cerca del 70% de los lactantes menores de doce meses son infectados por el VRS, sin embargo, solo el 22% de éstos presenta sintomatología.

El DIAGNÓSTICO de la bronquiolitis consiste en un examen físico que se basa en la auscultación de los pulmones y puede acompañarse por pruebas como gasometría arterial, radiografía del tórax y el cultivo de una muestra del flujo nasal para determinar el virus causante de la infección.

En cuanto al TRATAMIENTO, su principal objetivo es aliviar los síntomas como son la dificultad para respirar y sibilancias. Hay que subrayar que los antibióticos no funcionan contra las infecciones virales por lo tanto se desaconseja su uso, y la medicación aconsejada se utiliza generalmente en niños muy enfermos. Por lo tanto, evitando cualquier medicación si no es necesaria, se aconsejan tomar medidas en casa:
  • Mantener al niño hidratado: la leche materna o la artificial son perfectas para niños menores de un año. Las bebidas electrolíticas también se pueden utlizar sin problema.
  • Proporcionar ambiente húmedo (con humidificador, por ejemplo) para ayudar al aflojar el moco pegajoso al respirar. Además, se puede ayudar con lavados nasales frecuentes, aspiraciones de las secreciones con una pera de goma y palmaditas en la espalda y pecho àra movilizar las secreciones de moco en los bronquios
  • Es muy importante evitar el contacto del niño con el humo del tabaco. 
El tratamiento de los niños que se vean obligados a quedarse en el hospital, generalmente incluye la oxigenoterapia e hidratación parenteral. 

Tras la recuperación, es muy aconsejable atrasar la vuelta a la guardería del niño para evitar nuevas infecciones en este momento de susceptibilidad. 

Finalmente, la PREVENCIÓN de la bronquiolitis es muy difícil ya que, tanto esta enfermedad como muchas otras víricas son comunes en el medio ambiente y se transmite como un resfriado: mediante contacto cercano o a través de los restos de saliva o moco que quedan en suspensión en el aire al toser o respirar. Sin embargo, la atención al lavado de las manos es una medida efectiva en cuanto a la prevención de la diseminación de los virus a otras personas. 





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