miércoles, 26 de octubre de 2016

DESHIDRATACIÓN EN BEBÉS Y NIÑOS

La deshidratación en bebés y niños ocurre por una falta de líquidos en el cuerpo, líquidos necesarios para realizar las funciones del organismo. En los bebés y niños el riesgo de deshidratación es mayor. Pero... ¿Cuáles son los primeros síntomas de deshidratación? Son los vómitos, la diarrea, la sudoración, los ojos hundidos, lengua y mucosas secas, etc. Con esto podemos establecer un posible caso de deshidratación de nuestro bebé.
La deshidratación puede ser leve, moderada o grave en función de la cantidad de líquido corporal que se haya perdido o que no se haya repuesto. Pero, debemos saber que en caso de deshidratación grave la emergencia es importante ya que puede llevar a la muerte del niño.


La deshidratación puede aparecer como consecuencia de vómitos, diarrea, exceso de pérdida de orina, sudoración, fiebre, estomatitis o faringitis, aunque, también puede deberse a alguna enfermedad aguda que curse con una pérdida del apetito.
Resultado de imagen de deshidratación en niños


¿Podemos observar algún síntoma corporal en lactantes? Pues sí, en las fontanelas observamos que hay un hundimiento. También se puede observar la falta de elasticidad al pellizcar un pliegue del abdomen.
Resultado de imagen de deshidratación grados


¿Cómo se establece el grado de deshidratación?

  • Deshidratación leve: hasta pérdidad del 5% del líquido corporal.
  • Deshidratación moderada: hasta pérdidas del 10% del líquido corporal.
  • Deshidratación grave o severa: hasta el 15% de pérdidas del líquido corporal.
En casos más graves de pérdida de líquido corporal se puede llegar a un "shock" del niño y a la muerte.
Resultado de imagen de deshidratación grados
¿Cuál es el tratamiento a realizar en un caso de deshidratación?
En la deshidratación se deben reponer líquidos con la ingesta oral de líquidos y sales minerales. Para ello se suministran sueros o preparados comerciales. También se pueden administrar limonadas alcalinas (1 litro de agua de zumo + 2 limones + 1 cuchara de bicarbonato de sodio + azúcar).
Se debe evitar el uso de agua como primer recurso para evitar la deshidratación y tampoco es recomendado forzar al bebé o niño a beber. Para ello, se deben suministrar pequeñas cantidades de líquidos con una cuchara o una jeringa.
En caso de deshidratación grave la reposición de líquidos será de forma intravenosa.

¿Podemos prevenir la deshidratación?
Sí. Los bebés y niños deben consumir mucho líquido todos los días y este consumo se debe aumentar cuando hace calor o en casos de ejercicio. 
Se deben reemplazar el uso de líquidos ante la presencia de vómitos y diarrea, siempre evitando que aparezca la deshidratación.
Recordemos que para valorar un signo de deshidratación se debe vigilar el gasto urinario, saliva y lágrimas.

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