miércoles, 26 de octubre de 2016

NEUMONÍA EN NIÑOS


Es una de las enfermedades con mayor incidencia en la población infantil menor de cinco años. Es una infección que puede ser causada por diversos microorganismos, los más comunes virus y bacterias. Consiste en una inflamación aguda del pulmón.
El inicio en la viral se caracteriza por un cuadro previo de catarro de las vías superiores, con rinitis, fiebre o febrícula, apareciendo después el compromiso de la vía respiratoria inferior con dificultad respiratoria y aumento de la frecuencia respiratoria.
La bacteriana se caracteriza por un inicio repentino con fiebre, dificultad respiratoria y dolor torácico. Los gérmenes van a variar según la edad del paciente. De esta manera, no es lo mismo una neumonía en un niño de dos meses que de dos años.


Síntomas y causas:
La mayoría son de causa infecciosa. Los microorganismos más comunes son los virus respiratorios entre los que destaca el Sincitial Respiratorio o el Adenovirus (más severo).
También debemos menciona a las bacterias, que son menos frecuentes pero más peligrosas.
Y otro tipo de neumonías son las denominadas atípicas, producidas por Hycoplasmas que pueden presentarse en aproximadamente el 30% de los niños mayores de cinco años.

Tratamiento:
Se recomienda una buena hidratación, el uso de nebulizadores (con o sin gotas dependiendo de la obstrucción) y determinados antibióticos que se deben ajustar en dosis y edad.
No se aconseja el uso de antitusivos porque pueden cortar el reflejo de defensa que da la to y empeorar el cuadro del paciente, ya que al no toser no se expulsan las secreciones, quedando retenidas y produciendo un factor más para empeorar la salud.
Aunque o es muy frecuente, si los síntomas persisten o empeoran pueden significar la aparición de una complicación que obligue a ir a urgencias, entre las que destacan:
- El derrame pleural, acumulación de líquido entre los pulmones o las costillas.
- Dificultad respiratoria importante que requiera ingreso hospitalario.
- Atelectasias, zonas del pulmón en las que no entra aire al estar taponadas, generalmente por moco.

Prevención:
Para prevenir la enfermedad lo más importante es mantener al niño alejado de cualquier persona que padezca neumonía o cualquier infección de las vías altas que pueda derivar en ella, aunque hay vacunas frente a algunos de los gérmenes que la producen. Además si alguien de los que convive con el niño la tiene es importante separar sus cubiertos de los del resto, lavando siempre las manos.

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