La aerofagia es el consumo de aire durante la ingesta de
alguna comida, provocando eructos, gases y dolor abdominal. Esto suele ser más
común en bebés que comen con ansias o de los cólicos del lactante como
consecuencia del llanto. Estos cólicos aparecen por técnicas malas de
alimentación, mala respiración por la nariz, reflujos gastro-sofágicos, abuso
de bebidas gaseosas, comidas copiosas…
Esto provoca, además de gases y dolor abdominal,
estreñimiento, opresión por distensión del estómago, regurgitación, hipo e
incluso disfagia.
Algunos alimentos producen más gases que otros, por eso
debemos evitar darlos a un niño que tiene aerofagia. Las proteínas y grasas
producen pocos gases, sin embargo los azúcares e hidratos de carbono producen
muchos. Los productos lácteos producen
gases, por lo que no se puede abusar de ellos. Además se debe evitar que los
niños consuman bebidas con pajitas y que coman rápido.
Para ayudar a eliminar el aire ingerido, se suele dar
golpecitos en la espalda y, en caso de llanto por dolor abdominal, daremos
masajes circulares en la barrga en la posición de sentado. La eficacia de los
medicamentos que existen para reducir la producción de gases en niños es
dudosa. La manera más eficaz de prevenir
la aerofagia es mediante una buena técnica de alimentación.
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