Aunque la candidiasis puede afectar a la zona del pañal (generalmente en las niñas causando una infección por levaduras), lo más frecuente a nivel infantil es la candidiasis bucal causada por el hongo Candida Albicans. Dicho hongo vive habitualmente en nuestra cavidad bucal, sin embargo se mantiene a raya gracias a otros microbios y el sistema inmune. Cuando el mecanismo de defensa baja su resistencia a la infección, el hongo tiende a crecer y provoca lesiones tanto en la cavidad bucal como en la lengua.
Las principales causas, factores de riesgo o condiciones que favorecen la aparición de una infeccion por este hongo levaduriforme y reducen la resistencia a la infección son:
- El uso de los antibióticos o medicamentes esteroideos.
- Padecer infección por VIH o SIDA
- Recibir quimioterapia para el cáncer o medicamentos inmunosupresores pespués de un trasplante de un órgano.
- Padecer diabetes.
Además:
- El hongo Candida Albicans se puede alojar en las tetinas de los biberones y posteriormente transmitirse al bebé.
- Durante el parto al pasar por el canal, si la madre padecía viginitis cadidiásica también puede transmitirse el hongo.
Aun así, la candidiasis bucal en recién nacidos es muy común y es muy fácil de tratar. En el caso de que la madre padezca una vaginitis candidiásica, el niño debe ser tratado inmediatamente después del nacimiento con un antimicótico. Las soluciones típicas de violeta de genciana resultan muy eficaces para curar las lesiones de la boca y los glúteos. En algunos casos, la candidiasis puede resultar dolorosa pero rara vez es grave. Debido a la molestia, puede interferir con el proceso de alimentación y se suele resolver espontáneamente en solo dos semanas. De lo contraria, se aconseja acudir al pediatra.
Para aclarar, los síntomas más destacables de esta infección podrían ser:
- Lesiones aterciopeladas y blanquecinas en la boca y lengua
- Pequeño sangrado al cepillar los dientes en los niños o al raspar las lesiones
- Dolor y molestias al tragar
Los exámenes para diagnosticar la candidiasis son muy fáciles de llevar a cabo. Así pues, constan de:
- Tomar una muestra de una lesión bucal raspándola suavemente
- Examinar los raspados bucales con un microscopio.
En cuanto al tratamiento, además del violeta de genciana aconsejado en los recién nacidos, si la aparición del hongo se debe al consumo de antibióticos, es muy aconsejable tomar yogur para ayudar a restablecer el equilibrio saludalble de los microbios en la boca.
Para los casos de candidiasis grave, el pediatra puede recetar enjuagues bucales antimicóticos (nistanina), tabletas (clotrimazol), medicinas antimicóticas tomadas como píldoras o jarabe.
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