viernes, 28 de octubre de 2016

PAPERAS EN NIÑOS Y BEBÉS

La papera (parotiditis) es una infección viral aguda caracterizada por el hinchazón de las glándulas parótidas, por lo tanto es bilateral, puede afectar a ambas glándulas, a ambos lados de la cara y que a la vez puede comprometer otros órganos. 
Su incidencia aumenta en el inicio de la primavera y generalmente en niños en edad escolar.  El período de contagio es de uno a dos días antes de la aparición de la papera hasta un período de entre cuatro y nueve días después.

Forma de contagio: 
Es una enfermedad altamente contagiosa aunque no una patología preocupante ni grave. Se transmite de unos niños a otros a través del contacto con la saliva de alguien enfermo. 
Su transmisión se produce por contacto directo entre niños. Sólo hace falta que unas gotas de saliva lleguen hasta la persona sana para que se infecte. Es decir, el virus se transmite a través de la tos y los estornudos. 
Cuando un niño se contagia los síntomas no se presentan inmediatamente, sino que hay un período de incubación de doce a catorce días.

Síntomas:
Se presenta fiebre no  muy alta, hinchazón de la glándula parótida (glándula salivar que se encuentra entre el oído y la mandíbula) y dolor en dicha región. También pueden aparecer síntomas digestivos como vómitos, dolor abdominal y encefalitis. Además los hombres pueden notar dolor en los testículos e inflamación del escroto. 
El hinchazón desaparece aproximadamente a la semana y alcanza su pico máximo entre el segundo y el tercer día. Los niños deben estar aislados durante nueve días desde el inicio de los síntomas.

Tratamiento:
El tratamiento cuando se contrae la enfermedad consiste en permanecer en casa y evitar compartir utensilios personales. Además se deben vacunarlas personas que conviven con el niño y en caso de que haya una mujer embarazada lo ideal sería alejarla hasta veintiséis días después del comienzo de la enfermedad. 
Durante el tiempo convaleciente el médico receta fármacos para aliviar el dolor. También se recomienda poner compresas frías o calientes en la zona del cuello, tomar líquidos, realizar una alimentación blanda y hacer gárgaras de agua con sal.
Cada tres o cinco años suelen aparecer brotes epidémicos en niños y jóvenes y suele ser debido a que:
- los padres bajan la guardia en cuanto a la pauta de las vacunas
- se ha demostrado que algunos lotes de vacunas han resultado defectuosos
- estadísticamente se ha comprobado que la efectividad de la vacuna no ha sido muy alta, según reconoce el Ministerio de Sanidad.

Prevención:
La vacuna es la mejor manera de prevenir esta enfermedad. La vacuna de la triple vírica (sarampión, papera y rubeola) y se administra a los niños de entre doce y quince meses y se suele inocular de nuevo con una dosis de recuerdo entre los cuatro y los seis años.

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