Mantener una vida saludable durante la infancia es muy
importante porque los más pequeños son muy vulnerables a enfermedades
infecciosas. Éstas son las más comunes en la infancia, ya que se caracterizan
por su rápida transmisión de un niño a otro por vía oral y que están producidas
por virus o bacterias. Las enfermedades más comunes en los primeros años de
vida son la varicela, el sarampión y las paperas. Cada enfermedad tiene
distintos síntomas y hay que tomar las precauciones necesarias para evitar
contagios. Hoy en día, como método preventivo se usan las vacunas, de las que
hablaremos en otras entradas de este blog. De esta manera se protegen frente a
enfermedades infecciosas y evitar difundir la afección. Hay diferentes síntomas relacionados con las
diferentes enfermedades. Dolor, una lesión, malestar, sensación de debilidad,
dificultad en la realización de algunos movimientos… nos pueden indicar que el
niño está incubando algún tipo de enfermedad, por esta razón se debe llevar al
pediatra y no esperar a que la enfermedad avance. Sin embargo hay otro tipo de
enfermedades en las que los síntomas no se aprecian hasta que la enfermedad
está más avanzada, como puede ser el cáncer infantil.
Una enfermedad puede llegar a ser una experiencia muy desagradable y traumática para un niño y sus padres. Aunque no lo parezca, los niños tienen sentimientos y reacciones y desarrollan sus propias ideas ante estos problemas, por lo que conviene tener un cuidado exquisito en respetar su integridad, intimidad e incluso pudor.
En las siguientes entradas de este blog hablaremos de las enfermedades infantiles más importantes y del calendario de vacunación de un niño.
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