El déficit de nutrientes, minerales y vitaminas en los bebés y niños es un grave problema ya que altera el desarrollo normal de éste.
El déficit de yodo es muy común entre las personas adultas y puede causar el bocio o hipotiroidismo. Sin embargo, es más frecuente e importante cuando se trata de su déficit en las mujeres embarazadas o lactando.
Según las últimas investigaciones, los niños cuyas madres no ingieren suficiente cantidad de yodo durante el embarazo desarrollan un cociente intelectual más bajo y problemas para el desarrollo cognitivo. Además, una deficiencia severa de yodo se relaciona con abortos espontáneos, nacimiento de niños muertos, parto prematuro, anomalías congénitas, problemas de crecimiento, de audición o mismo del habla.
El consumo de yodo recomendado para adultos es de 150 microgramos, mientras que las mujeres en período de gestación requiren 100 microgramos más.
La Organización Mundial de la Salud señala que el yodo es la principal causa evitable de daños cerebrales y retraso mental en el mundo.
Para prevenir este déficit, hasta hace poco se recomendaba simplemente utilizar sal yodada en la dieta. Sin embargo, esto parece insuficiente. Acutalmente, lo más razonable es incluir en la dieta el pescado, marisco y lácteos.
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