En el recién nacido y hasta el 3º año de edad se habla de fimosis fisiológica, donde el prepucio está adherido al glande pero permite al niño miccionar. Este trastorno desaparece espontáneamente sobre los 3-4 años. Sin embargo, en algunos casos el estrechamiento impide al niño miccionar.
Por lo tanto, la fimosis es cuando el prepucio (parte superior de la piel que se desliza y cubre el glande) es demasiado estrecho y no consigue deslizarse por el glande para descubrirlo.
Antes de los 4 años de edad no es necesaria la intervención ya que suele resolverse por sí sola. Para evitar complicaciones se debe realizar una buena higiene de la zona (limpiar el prepucio y el glande, tirar hacia atrás el prepucio solo hasta donde sea posible).
Sobre los 5- 6 años puede ser necesario eliminar las adherencias, que en la mayor parte de los casos las realiza manualmente el pediatra. Raramente es un caso de auténtica fimosis, donde se requiere intervención quirúrgica, que es un intervención sencilla de breve convalecencia.
Operación de fimosis
Se trata de una intervención sencilla, donde se realiza una circuncisión llevada a cabo por el urólogo. Esta intervención no requiere ingreso hospitalario y se realiza con anestesia local y dura unos minutos.
Si no es necesario operar, ¿qué debo hacer?
Normalmente el pediatra receta una pomada con corticoides que ayuda a separar el prepucio. Esto suele ser efectivo en el 80% de los casos y la retracción es efectuada por el pedriatra o el urólogo.
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