La tiña es un trastorno común de la piel que afecta especialmente a los niños, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad debido a que es muy contagiosa. El término tiña engloba diferentes infecciones cutáneas causadas por hongos como el pie de atleta.
La tiña está provocada por varios tipos de hongos similares al moho pero llamados dermatofitos, los cuales viven en el tejido muerto de la piel, pelo y uñas. La tiña aparece cuando el hongo crece y se multiplica en cualquier parte de la piel, pelo o uñas.
La tiña se contagia por contacto directo con la piel o con los objetos contaminados (peines, ropa, duchas...), aunque también se puede contagiar por contacto con mascotas portadoras del hongo como el perro y los gatos.
Los hongos causantes de la tiña crecen con mayor facilidad en zonas cálidas y húmedas.
Síntomas
- PIEL: aparece una erupción cutánea pruruginosa y circular con parches rojos, levantados, descamativos. Estos pueden evolucionar a ampollas, llegando incluso a supurar.
- CUERO CABELLUDO: los lugares donde se salen los parches provocan la pérdida de pelo, dando lugar a clavas. Puede empezar con un grano y acabar extendiéndose. Esta área es dolorosa y sensible al tacto.
- UÑAS: se decoloran y se vuelven blancas o amarillentas, gruesas o pueden partirse.
Tratamiento
Cuando la tiña afecta a la piel el tratamiento adecuado es mantener la piel limpia. Se pueden aplicar polvos de talco, lociones o cremas antimicóticas de uso tópico o externo. Los medicamentos para la piel son efectivos en unas 4 semanas, pero cuando la tiña afecta al cuero cabelludo o alas uñas, o cuando esta infección parece más grave o persistente, es necesario la administración de antimicóticos por vía oral. También puede ser necesario aplicar antibióticos por vía oral, ya que estos antibióticos se administran para tratar infecciones bacterianas.
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