La espina bífida es una malformación congénita que ocurre cuando la columna vertebral del bebé no se forma de manera normal. Como resultado, la columna vertebral y los nervios que se ramifican hacia afuera pueden resultar dañados.
Por lo tanto, la espina bífida se define como un defecto del tubo neural. Ocurre cuando la columna vertebral del feto no se cierra completamente durante el primer mes de embarazo.
Existen una serie de pruebas de detección de espina bífida durante el embarazo, aunque en ocasiones se descubre solo después del nacimiento.
Según la gravedad de la malformación del bebé y el lugar de la columna en la que se encuentre, los síntomas pueden variar. Las malformaciones leves pueden provocar algunos problemas mínimos, mientras que las malformaciones más graves pueden causar problemas como debilidad, incontinencia urinaria o parálisis.
Causas
La espina bífida está relacionada con niveles bajos de ácido fólico (vitamina B12) durante el embarazo. Este ácido fólico interviene en el desarrollo y crecimiento de las células y tejidos, por lo que una dieta insuficiente de este compuesto antes y durante del embarazo incrementa el riesgo de espina bífida y otras malformaciones del tubo neural.
La presencia de fiebre elevada durante el embarazo puede incrementar las probabilidades de que una mujer tenga un bebé con espina bífida. Las mujeres con epilepsia que toman ácido valproico para controlar las convulsiones también incrementan el riesgo de espina bífida del bebé.
Tipos de espina bífida
- Espina bífida oculta: es la malformación más leve de la afección, por lo que puede pasar desapercibida. La malformación está cubierta por la piel y la médula espinal no asoma a través de esta, aunque la piel de la zona baja de la columna puede tener una mancha con pelo, una mancha de nacimiento o un hoyuelo por encima de la unión de ambas nalgas. La mayoría de bebés con este tipo de espina bífida no tienen problemas a largo plazo.
- Espina bífida abierta:
- Meningocele: afecta a las meninges (membranas que cubren y protegen al cerebro y a la médula espinal). Las meninges puede asomar por el orificio del cráneo o de las vértebras, creando un saco lleno de líquido llamado meningocele. En los bebés esta afección puede acarrear problemas de salud si los nervios que rodean la columna vertebral están dañados. Pueden aparecer problemas en la evacuación de los intestinos y la vejiga, así como problemas de aprendizaje, como el síndrome de déficit de atención con hiperactividad (ADHD).
- Mielomeningocele: es la forma más grave de espina bífida. Este problema sucede cuando las meninges y el extremo inferior de la médula espinal asoman por el orificio de la columna y forman un gran saco lleno de líquido que sobresale en la espalda del bebé. Este saco, en ocasiones, puede romperse durante el parto y la médula y los nervios quedan expuestos al nacer. Los bebés con esta afección suelen tener algún tipo de parálisis y problemas óseos o musculares, así como hidrocefalia.
Diagnóstico
Se realiza un análisis e alfafetoproteína (AFP) mediante un análisis de sangre entre las semanas 16 y 18 del embarazo. Si la cantidad de AFP es elevada puede indicar un caso de espina bífida en el bebé-
En la mayoría de los casos de espina bífida abierta se pueden observar malformaciones en las ecografías. La amniocentesis también nos ayuda a determinar esta patología, ya que se recolecta líquido que se analiza en busca de AFP.
Los casos de espina bífida oculta no se detectan hasta el nacimiento y en bebés mayores el diagnóstico se realiza mediante resonancia magnética o tomografía computarizada.
Tratamiento
El tratamiento elegido para tratar un caso de espina bífida depende de la gravedad. Los iños con espina bífida oculta no suelen necesitar tratamiento, aunque en ocasiones se hace necesario una operación. Los niños con meningocele necesitan cirugía para colocar las meninges en el organismo y cerrar el orificio de vértebras y cráneo. En el caso de un mielomeningocele se realiza una cirugía unos días después del nacimiento para proteger la zona expuesta y el sistema nervioso central.
Prevención
Para evitar casos de espina bífida lo que suele realizar es la administración de ácido fólico a embarazadas.
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