El frenillo es un ligamento que conecta la parte inferior de la lengua con la base de la boca y por lo tanto permite los movimientos de la lengua. En los bebés suele ser pronunciado, pero durante el crecimiento y a medida que aumenta el volumen de la lengua, el frenillo va siendo más pequeño. Pero, en algunos casos el frenillo puede ser corto y tupido, no realizando correctamente su función y por lo tanto dificultando los movimientos de la lengua. A esta patología se le conoce como anquiloglosia y su causa es desconocida, aunque determinados estudios sugieren que esta patología puede tener un origen genético, siendo hereditario en algunas familias.
Los síntomas que presenta un bebé con anquiloglosia son similares a aquellos que puede tener cualquier niño que presente problemas de lactancia, como son la irritabilidad, dificultad para iniciar o mantener la succión, poco aumento o pérdida de peso, problemas para agarrarse al pezón, etc.
Diagnóstico
No se recomienda examinar a los bebés en busca de anquiloglosia, aunque se puede sospechar de la existencia de este problema cuando la madre y el bebé tienen problemas en el inicio de la lactancia .
Tratamiento
En la mayoría de los casos este problema se soluciona con el tiempo y el tema de la lactancia se soluciona con especialista en alimentación materna. Sin embargo, en otras ocasiones se necesita cirugía, denominada frenotomía. Esta cirugía se realiza en pocas ocasiones y consiste en cortar y liberar el frenillo pegado bajo la lengua.
Para finalizar, debemos destacar que en raras ocasiones la anquiloglosia se relaciona con problemas del desarrollo de los dientes, la deglución o el habla.
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