La varicela es una enfermedad común en la niñez que
normalmente es leve pero puede ser grave en niños pequeños y adultos. Se
caracteriza por las erupciones, el picor y la fiebre que produce.
La vacuna contra este virus protege de su contagio. La
mayoría de personas que se vacunan contra este virus no lo contraerán y si
alguien contrae la enfermedad, por lo general, será muy leve. Con muchas menos
ampollas, poca fiebre y una recuperación mucho más rápida.
¿Quién y cuándo se debe vacunar?
Los niños que nunca hayan padecido la enfermedad deben
recibir una primera dosis de la vacuna entre los doce y los quince meses de
edad y la segunda entre los cuatro y los seis años.
Además los niños mayores de trece años que no hayan padecido
la enfermedad ni hayan sido vacunados contra ella deben recibir dos dosis de la
vacuna con veintiocho días de intervalo entre ellas.
Como todas las vacunas, puede provocar algún efecto adverso,
pero aun así es mucho más seguro vacunarse contra la enfermedad que contraerla.
Entre los efectos adversos destacamos:
- Dolor o hinchazón en el lugar de la inyección
- Fiebre
- Erupción leve (que puede aparecer hasta un mes después de
administrar la vacuna)
También debemos saber que los niños vacunados pueden
contagiar la varicela en un período de seis semanas. Durante ese tiempo se
recomienda que no estén en contacto con personas inmunodeprimidas o enfermas
que no hayan pasado la varicela. Y si el padre o la madre no paso la varicela
es recomendable que se le administre al mismo tiempo que al niño para evitar el
contagio.
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