
Un factor de riesgo para la balanitis es la diabetes. Una glucemia mal controlada puede causar un
edema, provocando una fimosis o imposibilidad para retraer el prepucio hacia
atrás porque el prepucio se adhiere al glande inflamado.
Puede provocar fiebre, escalofríos y escozor al orinar. La
balanitis puede ser un síntoma de otras enfermedades inflamatorias o
dermatológicas.
Para tratar una balanitis, se necesita acudir al médico. Te
recetará una pomada antibiótica o, en el caso del prepucio muy tirante, se
realizaría una circuncisión. El pene del niño siempre tendrá que estar limpio,
cambiando frecuentemente los pañales y aplicando crema antiséptica.
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