Todos los niños se comportan mal en su momento. Una parte de ellos además puede tener problemas de comportamiento si se ve sometido a situaciones de estrés como nacimiento de un hermano, divorcio o muerte de algún familiar. Sin embargo, los trastorno de conducta son mucho más serios, afectando a uno de cada diez niños según El Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Los trastornos de conducta afectan en mayor cantidad a niños que a niñas, generalmente en las zonas urbnas, y se caracterizan por un patrón de conducta hostil, agresivo, sin ninguna consideración por otras personas o por las normas sociales, y que dura más de seis meses y no es apropiado para la edad del niño.
Los signos más característicos incluyen:
- Agresión, rabietas y discusiones frecuentes.
- Hostilidad constante hacia las figura de autoridad.
- Mentir y robar.
- Conducta destructiva
- Dañar o amenazar a otras personas o mascotas.
- Destruir pertenencias ajenas.
- Mal rendimiento en la escuela o su absentismo.
- Actividad sexual prematura.
- Abuso de sustancias tóxicas prematuro
Los estudios demuestran que los niños en riesgo de trastorno de conducta se ven sometidos generalmente a situaciones como: abandono, pobreza, institucionalización, separación de los padres, rechazo de la madre, enfermedad mental de los padres, discordia en la pareja, abuso o violencia.
Es muy importante pedir ayuda si se observa alguno de los sígnos anteriores. Las malas elecciones pueden convertirse en un hábito y los niños con problemas de conducta padecen mayor riesgo de fracasar en los estudios, desarrollar problemas mentales o hasta suicidarse.
En algunos casos, la terapia de familia puede ayudar a los padres a establecer y cumplir límites y la psicoterapia ayudar a redirigir el comportamiento del niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario